“Buscando un beso a medianoche” es una muestra del mejor y más auténtico cine norteamericano actual. Esta comedia romántica, dirigida por Alex Holdridge y realizada al margen de las filiales más indies de los grandes estudios de Hollywood, cuenta con un presupuesto que apenas alcanzó los 25.000 dólares. Trata de Wilson, un desencantado treintañero que conoce a Vivian, una mujer tenaz empeñada en estar con el hombre ideal al sonar las campanadas. Cuenta, además de con una selecta banda sonora, con la magnífica fotografía en b/n de la ciudad de L.A. a cargo de Robert Murphy. Clausuró el Festival de Cine de Gijón 2008 y consiguió el Premio “John Cassavetes” a la mejor película de bajo presupuesto.
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