“La mujer rubia” es la tercera película dirigida por la argentina Lucrecia Martel. Inspirada en sus propias pesadillas, la cinta formó parte de la sección oficial del Festival de Cine de Cannes. El hermético universo personal creado por la cineasta tiene como punto de partida a una mujer rubia, que después de pasar la tarde en la piscina con unas amigas conduce de vuelta a casa y durante este trayecto, golpea a algo o a alguien pero sigue adelante sin reparar en los detalles. La película, que coloca al espectador en un una posición emocional difícil, no pertenece estrictamente al género del terror ni posee elementos declaradamente fantásticos, pero sí que invoca otros fantasmas contemporáneos.
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